En Ocioaventura hemos gesionado los permisos necesarios para realizar la visita a los pasadizos secretos del Carmen de los Rodríguez Acosta. Una visita al mundo subterráneo donde aún está por descifrar la finalidad para la que fueron construidos.

Vista aérea del Carmen

Trailer de presentación:

INTRODUCCIÓN

Una de las zonas que dejan cautivados a los visitantes, son las zonas conocidas como pasadizos, subterráneos o cuevas de la Fundación. Según cuenta Melchor Almagro, en una reseña de prensa sobre este edificio, que se publica hacia el año 19401, después de los momentos de limpieza y adecuación del solar que compró José María Rodríguez-Acosta con el fin de construir su estudio, cuando comenzaron a plantear los cimientos, salió a la luz una galería subterránea, larga y profunda, posiblemente del tiempo de los moros, “Rodríguez-Acosta mandó no solo conservarlas sino prolongarlas y adornarlas de modo fantástico, de suerte que vinieron a formar otro palacio subterráneo bajo el que se construía fuera”.
Esta descripción es la más aceptable de todas las que se han sucedido; las características de estas galerías y su carácter misterioso, oculto y enigmático, han dado pie a todo tipo de interpretaciones, leyendas y conjeturas, algunas muy extendidas pese a no tener el más mínimo fundamento científico, ni histórico, ni arqueológico.

 
Podemos apuntar algunos datos a nivel histórico, como la existencia de oquedades en esta zona de diversa índole, y posiblemente también de diferente cronología, naturaleza y uso. Tal es el caso de las “mazmorras” que aparecen recogidas junto a Torres Bermejas (s. IX-XIV), en la Plataforma de Ambrosio de Vico trazada en 1613. Esas “mazmorras”, serían en origen silos excavados, como otros que existen en la Alcazaba de la Alhambra, destinados al almacenamiento de alimentos de primera necesidad, para la manutención del destacamento de este baluarte defensivo, en caso de ser sitiado. Con el paso del tiempo fueron cambiando sus funciones. Hoy día pueden ratificarse la existencia de estos y otras oquedades, en el solar del carmen frontero al de la Fundación Rodríguez-Acosta, el llamado Carmen de los Catalanes (propiedad actualmente del Patronato de la Alhambra).


También son conocidas otras en el Carmen de los Mártires, así como los pasos de ronda subterráneos y otros pasadizos existentes en la zona palaciega del recinto amurallado de la Alhambra.
En la zona del Mauror-Realejo, se hablaba tradicionalmente de la existencia de estas zonas que eran utilizadas como alacenas y despensas en los tramos que se ocultaban bajo las casas. En el “Carmen de las ánimas”, cerca de la “Puerta del Sol”, debieron de existir. En la Casa de lo Tiros, en la calle Pavaneras, ya casi a nivel de la medina zirí, encontraron, durante unas excavaciones, parte de lo que sería el arranque de unos pasadizos parecidos a los que existen en la Fundación.
Para algunos investigadores (García Pulido, 2008), muchos de estos pasadizos y abovedamientos del subsuelo, tienen relación con las explotaciones mineras auríferas romanas (ruina montium) del Cerro del Sol y la Colina Roja (colina de la Alhambra, llano de la Perdiz, hasta Cenes de la Vega). Por lo que habría que buscar un origen aún más antiguo (s. I d.C. ) y un uso más industrial que bélico, a la mayor parte de todos estos entramados subterráneos que discurren por toda la zona del Mauror, coronando la Antequeruela alta y que van buscando la Colina Roja.

Los pasadizos de la Fundación Rodríguez-Acosta, están trazados en una formación geológica denominada «conglomerado alhambra» formada por areniscas, arcillas y piedras, con una organización de su trazado subterráneo concreto, en absoluto laberíntico, pese a su apariencia inicial, desarrollando un recorrido con ángulos perfectamente escuadrados, que presuponen una planificación previa por parte de una persona con conocimientos constructivos, ingeniero capaz, ya sea antiguo (hispanomusulmán), como del tiempo de construcción del Carmen-estudio, quizás el propio ingeniero Santa Cruz que intervino firmemente al comienzo de obra. A día de hoy, nos es imposible poder distinguir que zonas son las originales que encontró José María Rodríguez-Acosta ya trazadas y que otras zonas son fruto de la ampliación que éste hace en las galerías, con vistas ha darles un sentido y en definitiva, la organización que hoy conocemos.

Todo el interior del subterráneo está encalado, tanto las columnas, relieves, y otros elementos decorativos añadidos, como las zonas de paramento liso, terminación cálcica que posiblemente se aplicara con objeto de favorecer la consolidación de todos estos elementos, tendiendo en cuenta el alto porcentaje de humedad ambiental de estas zonas. El suelo está empedrado con cantos rodados planos, constituyendo uno de las típicos modos de solar, que se conoce en Granada como “empedrado granadino”.

 Punto de encuentro:
10:00 h en la puerta del Hotel Alhambra Palace ubicado en la Plaza del Arquitecto García de Paredes nº1 de Granada. Desde aquí iremos andando por el Callejón del Niño del Royo hasta la Fundación Rodríguez Acosta donde iniciaremos la visita.
No es necesario traer ropa ni calzado especial, sólo la normal.

Terminaremos sobre las 13:00 h.

Es necesario reservar para hacer la ruta subterránea.